El primer pensamiento del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro, al clausurar en Santiago de Cuba el acto central por el aniversario 50 del triunfo de la Revolución, fue para los caídos en la lucha.

Ante dirigentes del Partido y el Gobierno, antiguos combatientes, y el canciller venezolano Nicolás Maduro, Raúl reseñó cuánto hemos aprendido en estos años empuñando el ideario de Fidel. Recordó el discurso en que el líder de la Revolución advirtió de lo mucho que quedaba por hacer y lo difícil que sería todo en lo adelante.

El mandatario cubano recorrió en sus palabras la Historia de Cuba, y agregó que la Generación del Centenario, petrechada con las ideas de Martí, tuvo también ante sí el dilema de la guerra necesaria. La Revolución, dijo Raúl, ha sido un justiciero cataclismo social que tocó las puertas de los palacetes y los bohíos.

RESISTIR, LA PALABRA DE ORDEN

Las leyes revolucionarias sentaron un precedente para los pueblos de nuestra América, afirmó Raúl Castro en el acto por el aniversario cincuenta del triunfo de la Revolución. Al asegurar que en nuestro país la Historia americana tomó rumbos diferentes, el presidente cubano señaló que la victoria del Ejército Rebelde abrió paso al esfuerzo gigantesco de todo un pueblo, con millones de cubanos que han sido trabajadores, estudiantes y soldados, o simultáneamente las tres cosas cuantas veces las circunstancias lo han exigido.

Raúl Castro subrayó que nuestra Revolución es una victoria doblemente victoriosa, porque ha sido alcanzada a pesar del odio enfermizo y vengativo del poderoso vecino. Tras rememorar las acciones hostiles anticubanas, indicó que Estados Unidos NO ha cesado de intentar forzar un cambio en la Isla, donde resistir ha sido la palabra de orden y clave de cada una de nuestras victorias.